martes

DONASIO DOCAGUA


Preso de unas fiebres, Donasio Docagua, dejó de comer definitivamente y se hundió en el sofá...
La estampa de un larguirucho encogido con los pies sucios sobresaliendo la cabecera del dos piezas ya era de por sí patética, pero cualquiera que conociese a Donasio y entrase en la estancia sabría que se encontraba ante un hombre vencido... Donasio Docagua le había dado un portazo a la vida...
Muchos años antes un hombretón con la camisa abierta y una gran pistola en su mano entraba en un comercio del centro del pueblo...

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