martes
LA VÍA VERDE LITORAL
En otro tiempo la Vía Verde Litoral fue un proyecto estrella medioambiental... Extinguido el Consorcio de los ayuntamientos que la gestionaban por desidia y rencillas políticas, hoy la Vía Verde languidece abandonada y se degrada a pasos agigantados... Grandes baches, escaso mobiliario urbano destrozado, señalización inexistente, tráfico de vehículos, ocupación por las explotaciones agrarias limítrofes... Lo que la hacen casi impracticable para el fin para el que se pretendió crear...
viernes
miércoles
AYAMONTE "NO NUCLEAR"
Gracias a una moción de Izquierda Unida aprobada por unanimidad en el último Pleno Ordinario de la legislatura, Ayamonte ha sido declarada "ZONA NO NUCLEAR":
HAY UN ERROR EN ESTA ENTRADA: NO FUE POR UNANIMIDAD.. EL PP VOTO EN CONTRA..
HAY UN ERROR EN ESTA ENTRADA: NO FUE POR UNANIMIDAD.. EL PP VOTO EN CONTRA..
MOCIÓN DE RECHAZO A LA ENERGÍA NUCLEAR
Exposición de motivos.-
En los últimos tiempos, el llamado “Lobby Nuclear” (conjunto de compañías eléctricas, constructoras, bancos y determinados inversores interesados en la construcción de nuevas centrales nucleares y en el incremento de producción de electricidad a través de las mismas), ha venido incrementando su presión mediática, social y política para conseguir sus propósitos. Para ello, han utilizado diversos argumentos, entre los que cabe destacar su supuesto carácter de energía limpia – al no evacuar CO2 a la atmósfera en funcionamiento normal -, la supuesta menor dependencia exterior en el mercado de materias primas, su supuesto menor coste y la supuesta seguridad actual de las centrales nucleares.
Pero estos argumentos no resisten un análisis objetivo. En primer lugar, la energía nuclear no es una energía limpia. El problema de los residuos, con centenares de años de actividad radiactiva, sigue sin resolverse. Tampoco es cierto que la energía nuclear suponga una menor dependencia del exterior. España no produce el combustible necesario (también hay que importarlo) y, sobre todo, tenemos una gran dependencia tecnológica en lo que atañe a equipos e instalaciones. Tampoco es, como se dice, la energía más barata. En primer lugar por lo costoso de la inversión inicial que, o se subvenciona o requiere periodos de amortización tan largos que son desaconsejables desde el punto de vista de la seguridad por la obsolescencia de los equipos. Pero, sobre todo, porque ¿a quién se asignan ahora los tremendos costes medioambientales y en vidas humanas a corto, medio y largo plazo? ¿Vamos a ignorar eso y seguir considerando la energía nuclear como barata?
Y, por lo que respecta a la seguridad, queda claro que esta ha quedado gravemente en entredicho por los graves sucesos ocurridos, tras el terremoto y el posterior tsunami, en la central de Fukushima en Japón. En contra de lo que se ha venido diciendo, las centrales nucleares, como cualquier obra humana, no lo resisten todo y están sometidas a todo tipo de riesgos externos e internos, fruto del azar, de fallos humanos o de la incontestable fuerza de la naturaleza.
El de Fukushima es uno más de una importante serie de accidentes, algunos no muy conocidos por falta de información, entre los que cabe destacar los siguientes: Chernobil (Ucrania), Mayak (Rusia), Three Mile Island (EE.UU.), Windscale (Gran Bretaña), Tokaimura (Japón), Goiania (Brasil), Chalk Riber (Canadá), Jaslovske Bohunice (Checoslovaquia), etc…
Tampoco España ha permanecido ajena a incidentes o accidentes serios en sus centrales nucleares. Entre ellos destacan el de Ascó en 2007, que se intentó ocultar, lo que provocó la destitución del director de la central, acusado de falsear los datos del incidente, y el de Vandellós I en 1989, que provocó su desmantelamiento y el traslado de los residuos nucleares a Francia, por cuyo depósito España tiene que abonar cantidades millonarias.
La conclusión es clara. Ninguno de los supuestos beneficios – aún cuando fueran ciertos – puede compensar los riesgos y peligros que entraña la energía nuclear. Por su impacto en el medio ambiente, por lo que supone de hipoteca para el futuro y por sus graves efectos sobre la vida de las personas no solo de forma inmediata sino, especialmente, a medio y largo plazo, algo de lo que no se suele informar con detalle.
Es preciso cambiar nuestro modelo energético por la vía, ante todo de la austeridad. El nivel de consumo de occidente es insostenible. No habría recursos suficientes si se quisiera extender al resto de países, que también tendrían derecho. Hay que gastar menos y marcarse el objetivo de utilizar sólo energías renovables. Y cuanto antes. Un primer paso para construir ese nuevo modelo es el cierre progresivo de todas las centrales nucleares.
Por eso, El grupo Municipal de Izquierda Unida del Ayuntamiento de Ayamonte, Propone los siguientes puntos para su aprobación:
1) Manifiesta su posición contraria a la autorización de la prolongación del período de funcionamiento de las centrales nucleares actualmente existentes en el Estado Español, así como a la construcción de nuevas centrales nucleares en Andalucía y en el resto del Estado Español.
2) Declara el municipio de AYAMONTE como “ZONA NO NUCLEAR” , esto es, territorio libre de energía nuclear.
3) Reclama del Gobierno Central y del Gobierno de la Junta de Andalucía el máximo esfuerzo inversor en investigación para el urgente desarrollo y puesta en marcha de energías renovables y sostenibles, tanto desde el punto de vista humano como medioambiental.
4) Insta al Equipo de Gobierno a elaborar un Plan de Auditoría y Optimización Energética en los edificios de la Administración Municipal.
5) Dar traslado de los Acuerdos al Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, a la Mesa del Parlamento Andaluz, al Consejo de Ministros y a la Mesa del Congreso de los Diputados.
Juan José Santana Hernández
Concejal Grupo Municipal de Izquierda Unida Ayamonte
Exposición de motivos.-
En los últimos tiempos, el llamado “Lobby Nuclear” (conjunto de compañías eléctricas, constructoras, bancos y determinados inversores interesados en la construcción de nuevas centrales nucleares y en el incremento de producción de electricidad a través de las mismas), ha venido incrementando su presión mediática, social y política para conseguir sus propósitos. Para ello, han utilizado diversos argumentos, entre los que cabe destacar su supuesto carácter de energía limpia – al no evacuar CO2 a la atmósfera en funcionamiento normal -, la supuesta menor dependencia exterior en el mercado de materias primas, su supuesto menor coste y la supuesta seguridad actual de las centrales nucleares.
Pero estos argumentos no resisten un análisis objetivo. En primer lugar, la energía nuclear no es una energía limpia. El problema de los residuos, con centenares de años de actividad radiactiva, sigue sin resolverse. Tampoco es cierto que la energía nuclear suponga una menor dependencia del exterior. España no produce el combustible necesario (también hay que importarlo) y, sobre todo, tenemos una gran dependencia tecnológica en lo que atañe a equipos e instalaciones. Tampoco es, como se dice, la energía más barata. En primer lugar por lo costoso de la inversión inicial que, o se subvenciona o requiere periodos de amortización tan largos que son desaconsejables desde el punto de vista de la seguridad por la obsolescencia de los equipos. Pero, sobre todo, porque ¿a quién se asignan ahora los tremendos costes medioambientales y en vidas humanas a corto, medio y largo plazo? ¿Vamos a ignorar eso y seguir considerando la energía nuclear como barata?
Y, por lo que respecta a la seguridad, queda claro que esta ha quedado gravemente en entredicho por los graves sucesos ocurridos, tras el terremoto y el posterior tsunami, en la central de Fukushima en Japón. En contra de lo que se ha venido diciendo, las centrales nucleares, como cualquier obra humana, no lo resisten todo y están sometidas a todo tipo de riesgos externos e internos, fruto del azar, de fallos humanos o de la incontestable fuerza de la naturaleza.
El de Fukushima es uno más de una importante serie de accidentes, algunos no muy conocidos por falta de información, entre los que cabe destacar los siguientes: Chernobil (Ucrania), Mayak (Rusia), Three Mile Island (EE.UU.), Windscale (Gran Bretaña), Tokaimura (Japón), Goiania (Brasil), Chalk Riber (Canadá), Jaslovske Bohunice (Checoslovaquia), etc…
Tampoco España ha permanecido ajena a incidentes o accidentes serios en sus centrales nucleares. Entre ellos destacan el de Ascó en 2007, que se intentó ocultar, lo que provocó la destitución del director de la central, acusado de falsear los datos del incidente, y el de Vandellós I en 1989, que provocó su desmantelamiento y el traslado de los residuos nucleares a Francia, por cuyo depósito España tiene que abonar cantidades millonarias.
La conclusión es clara. Ninguno de los supuestos beneficios – aún cuando fueran ciertos – puede compensar los riesgos y peligros que entraña la energía nuclear. Por su impacto en el medio ambiente, por lo que supone de hipoteca para el futuro y por sus graves efectos sobre la vida de las personas no solo de forma inmediata sino, especialmente, a medio y largo plazo, algo de lo que no se suele informar con detalle.
Es preciso cambiar nuestro modelo energético por la vía, ante todo de la austeridad. El nivel de consumo de occidente es insostenible. No habría recursos suficientes si se quisiera extender al resto de países, que también tendrían derecho. Hay que gastar menos y marcarse el objetivo de utilizar sólo energías renovables. Y cuanto antes. Un primer paso para construir ese nuevo modelo es el cierre progresivo de todas las centrales nucleares.
Por eso, El grupo Municipal de Izquierda Unida del Ayuntamiento de Ayamonte, Propone los siguientes puntos para su aprobación:
1) Manifiesta su posición contraria a la autorización de la prolongación del período de funcionamiento de las centrales nucleares actualmente existentes en el Estado Español, así como a la construcción de nuevas centrales nucleares en Andalucía y en el resto del Estado Español.
2) Declara el municipio de AYAMONTE como “ZONA NO NUCLEAR” , esto es, territorio libre de energía nuclear.
3) Reclama del Gobierno Central y del Gobierno de la Junta de Andalucía el máximo esfuerzo inversor en investigación para el urgente desarrollo y puesta en marcha de energías renovables y sostenibles, tanto desde el punto de vista humano como medioambiental.
4) Insta al Equipo de Gobierno a elaborar un Plan de Auditoría y Optimización Energética en los edificios de la Administración Municipal.
5) Dar traslado de los Acuerdos al Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, a la Mesa del Parlamento Andaluz, al Consejo de Ministros y a la Mesa del Congreso de los Diputados.
Juan José Santana Hernández
Concejal Grupo Municipal de Izquierda Unida Ayamonte
sábado
EL ABANDONO DEL PATRIMONIO RURAL. I.
Tal como puede comprobarse por las fotos adjuntas el Molino Mareal de Pozo del Camino está totalmente deteriorado y abandonado. Paneles informativos destrozados, suciedad y enseres ajenos acumulados, tejas y paredes que se caen… conforman el decadente paisaje de un edificio que forma parte de nuestro Patrimonio Cultural y que, no hace muchos años, fue restaurado y acondicionado con dinero público. La restauración y recuperación para el Patrimonio (“poner en valor” esa frase de la que gusta tanto la clase política acomodada) de los molinos mareales fue uno de los programas estrella de la Consejería de Medio Ambiente. Su utilidad como instrumento educativo y atractivo turístico fue también un reclamo de las diferentes instituciones. Lamentablemente no es este el único ejemplo de abandono y desidia de nuestro Patrimonio, ya que, precisamente el Molino Mareal de Pozo del Camino se encuentra justo al lado de la denominada Vía Verde Litoral, que también hace algunos años fue utilizada propagandísticamente por las administraciones como ejemplo de recuperación de una infraestructura para el disfrute de la ciudadanía. Costó muchos miles de euros su acondicionamiento. Sin embargo, hoy es una aventura peligrosa transitar por ella. No sólo por la cantidad de grandes baches, sino por el tráfico de tractores y vehículos de las explotaciones agrícolas colindantes.
domingo
LOS RECURSOS HUMANOS EN UN AYUNTAMIENTO
Uno de los aparentes beneficios que tuvieron los años dorados fue la contratación de personal en las empresas públicas, especialmente ayuntamientos… Digo aparente porque el tiempo ha demostrado que esa fiebre contratadora no siempre respondió a necesidades reales de plantilla, sino a criterios arbitrarios y, las más de las veces, espurios que intentaban crear una red de clientelismo político… Lo que ha dado como resultado ayuntamientos sobredimensionados en los que a día de hoy no se tiene muy clara la función de muchos de esos trabajadores…
La situación requiere pues un esfuerzo especial en dotar a los centros de trabajo de una organización que responda a las necesidades reales y a las demandas de la ciudadanía… Por poner un ejemplo muy claro miremos a los Departamentos de Obras, que en aquellos años se inflaron debido a que la actividad principal de los ayuntamientos era la gestión de licencias y documentación para las obras planteadas…
En primer lugar, debe hacerse un análisis riguroso de las actividades del ayuntamiento y de las demandas que plantean sus vecinos y de las nuevas necesidades que pueda requerir la puesta en práctica de un novedoso proyecto político… Teniendo siempre en cuenta que el organigrama resultante no debe ser rígido, ya que si en algo se caracteriza este tiempo es en su continua transformación y en el constante cambio en la oferta y demanda de servicios… Esta idea tiene una conclusión inmediata, que es la necesidad de la formación continua de l@s trabajadores a través de la oferta de cursos adecuados a las demandas existentes…
En cualquier caso, un ayuntamiento moderno que deba adecuarse a la realidad de las necesidades de su población debe contar con un Departamento de Recursos Humanos en el que exista representación de sus trabajadores/as, que atienda sus demandas y las de la ciudadanía, que controle la oferta de plazas a través de la Oferta Pública de Empleo en la que se tenga en cuenta la promoción interna como fundamento para una mayor motivación del personal.
La Relación de Puestos de Trabajo (RPT) y su valoración (VPT) deben ser los instrumentos con los que trabaje el Departamento de Recursos Humanos, debiendo ser siempre revisados en función de las necesidades actuales teniendo en cuenta la opinión de los representantes del personal.
viernes
CAÓTICA SITUACIÓN EN LA EDUCACIÓN INFANTIL DEL COLEGIO PADRE JESÚS
La Asamblea Local de Izquierda Unida quiere denunciar la caótica situación de las aulas de Educación Infantil del colegio Padre Jesús. Las obras realizadas, con prisas y a destiempo, para subsanar los desperfectos de unas construcciones obsoletas han causado todo tipo de inconvenientes posibles. Su ejecución ha sido peligrosa, inadecuada y fruto de la improvisación y la chapuza. Lejos de solucionarse las averías, ha provocado una cadena de despropósitos que nos dan una idea bastante clara de la ineptitud de los responsables de educación a nivel local y provincial.
Meter maquinaria pesada en el centro en horario escolar, con el consabido riesgo para una población que se mueve entre los tres y los cinco años; realizar las obras, justificándose en los plazos de las subvenciones, sin aprovechar los periodos vacacionales y con climatología adversa; obligar a cambiar el lugar del aula hasta cinco veces llegándose a aprovechar hasta los pasillos del centro, son muestras de lo que decimos. Absoluta incompetencia.
Para nada se ha tenido en cuenta al alumnado y al profesorado; de hecho las pinturas utilizadas para impermeabilizar las paredes nadie se atreve a garantizar que no sean tóxicas, cuando ya existe constancia que resultan urticantes, hecho contrastado por las visitas que algunas familias han tenido que realizar al centro de salud.
Desde Izquierda Unida exigimos que, a la mayor brevedad posible, se eliminen esas aulas por inadecuadas y caducas. Que se rediseñe el espacio con nuevos módulos acordes a las necesidades educativas de hoy; y que se introduzca como espacio lúdico para el centro la zona donde estaban ubicadas las antiguas casas de maestros, desechándose el proyecto de construcción de viviendas en ese lugar.
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