jueves

LA ESQUINA. SER COSTA DE LA LUZ. 05.11.09

Jalogüin

Hola, ¿qué tal está? Le supongo enterado de que en la última encuesta del CIS la segunda preocupación de los españoles, tras el paro, ya no es el terrorismo sino la corrupción política… Era de esperar y ya lo avisábamos desde La Esquina la semana pasada. Claro que como somos como somos y aprovechando la coyuntura aquí en Ayamonte PSOE y PA se han dedicado estos días a acusarse mutuamente de mentirosos por un quítame allá 250 entradas de Carnaval y una subvención para las Jornadas de Historia. Cada uno mete los pies en el barro atendiendo a sus dimensiones, así que no vamos a contribuir al hartazgo imperante y para variar hoy vamos a hablar de tradiciones…
Dadas las fechas hablemos de difuntos sin que ningún vivo se de por aludido… Seguramente recuerde que no hace mucho la gente además de visitar los cementerios salía al campo en compañía a celebrar la llegada del otoño comiendo castañas, nueces y membrillo. De hecho todavía la tradición se mantiene en algún pueblo, ahí está Isla Cristina que convierte la noche de difuntos en una auténtica celebración popular en la zona de los pinos de la playa… Pero pocos son los que continúan con la costumbre porque habrán observado que cada vez con más fuerza, sobre todo niños y jóvenes más que comer castañas lo que hacen es darla vestidos de Carnaval… A poder ser siniestros y de negro tirando huevos por las calles…
Otro hábito cultural ajeno que se impone con fuerza y como la mayoría de los que adoptamos venido de Estados Unidos… Yo no es que me queje, al contrario todo lo que sea fiesta me parece estupendo, solo que el asunto requiere una reflexión que me parece cuando menos entretenida… No es extraño por otro lado que habituados al consumo de productos yanquis, especialmente cine y televisión, acabemos copiando todo lo que viene del país de Obama… La cadena de tv. más consumida por niños y adolescentes es el Canal Disney, la mayor productora de entretenimiento mundial, el idioma que todos esperamos dominar es el inglés y a fin de cuentas a todo el mundo nos encanta disfrazarnos…
Así que aceptada la normalidad de la invasión cultural, no hay mal que por bien no venga, y si esto añade diversión al crudo invierno, estupendo, si los bares y discotecas tienen otra excusa para montar fiestas y ganar dinero, mejor, e, incluso, si sirve para recaudar dinero para una buena causa, como escuché decir a un vecino en la radio, pues miel sobre hojuelas… Resistirse es peor, solo que seamos conscientes y no hagamos ningún ejercicio inútil de hipocresía, da la casualidad de que algunos de los que más animosamente han abrazado Jalogüin luego se escandalizan cuando criticamos alguna tradición espantosa a nuestro juicio.
En un país que exporta bien poco, y en cultura exclusivamente una fiesta en decadencia por su violencia como los toros, el flamenco que ya hacen mejor que nosotros los japoneses y la paella, que nadie se aclara al final que condimentos debe llevar, es natural que acaben invadiéndonos otras potencias, aunque sea vestidos de fantoches.
Yo por mi parte propongo, que ya que estamos de esta manera celebremos también la fiesta del dragón de los chinos, asesores autóctonos desde luego no nos van a faltar… Desde luego quién no se entretiene es porque no quiere…

No hay comentarios: