Tiempo para la publicidad
Hola, ¿qué tal está? Seguro que usted conoce aquel anuncio en el que cuando se pronuncia la palabra “gratis” todo el mundo salta alborozado… Qué tendrá la palabra “gratis”, se dice… Pues bien de eso quería hablarles hoy, de anuncios y palabras mágicas, o sea, de propaganda…
Pruebe a oír durante cinco minutos el discurso de cualquier político,… especialmente de aquellos que se denominan “correctos”… Aunque le esté pidiendo un esfuerzo sobrehumano cuente las veces que aparecen algunas de estas expresiones: “sostenible”, “ciudadanos-ciudadanas”, “reciclaje”, “VPO”, “cambio climático”,… Se sorprenderá si no se ha dormido antes…
La sobreutilización de estas y algunas otras palabras en el lenguaje de los políticos de manera general tiene la dudosa virtud de que los hace a todos iguales sin diferencia de color, tiene la desventaja de que tanto repetirse ya no prestamos atención a lo que dicen, aunque a veces alguno se equivoque y diga algo interesante… No importa si se quiere parecer moderno utilizando términos supuestamente actuales, “sostenible”, una palabra tan de moda, se utilizó ya en la firma del Protocolo de Kioto de 1997… No importa si por utilizar estas expresiones a muchos se les crucificó antes… El cambio climático, por ejemplo, del que hace ya algunos años hablaban científicos y ecologistas sirvió para tachar de catastrofistas a muchos de ellos por los mismos a los que se les llena ahora la boca con el deshielo de los glaciares… No, lo que importa, es la propaganda…
De cualquier forma esto no pasaría de meramente chocante, a nadie se le puede censurar por hablar como le de la gana, sino fuera porque en muchas ocasiones detrás de ese lenguaje rimbombante y pretendidamente culto no existe nada… Tras el anuncio no hay ningún producto, o, por lo menos, ninguno a la altura del discurso…
Y es que existen políticos a los que hay que reconocerle su capacidad oratoria, pero que, sin embargo, detrás de sus palabras solo existe el desierto, un agujero negro …… Más pendientes de la forma que del fondo, articulan discursos vacíos de contenido, sin propuestas, pero llenos de palabras que ellos consideran importantes y llamativas para convencer… Lamentablemente tenemos que confirmar que el fenómeno se extiende como una marea negra…
La política hoy más que nunca es una foto, una operación de marketing… Detrás de cada político hay un asesor de imagen y otro de prensa con una cámara colgada al hombro dos metros más allá… Después del anuncio el político desaparece en la nada para volver días más tarde con otro lema publicitario… Ya no existen programas políticos sino catálogo de productos…
Que tenga usted un buen día.
Pruebe a oír durante cinco minutos el discurso de cualquier político,… especialmente de aquellos que se denominan “correctos”… Aunque le esté pidiendo un esfuerzo sobrehumano cuente las veces que aparecen algunas de estas expresiones: “sostenible”, “ciudadanos-ciudadanas”, “reciclaje”, “VPO”, “cambio climático”,… Se sorprenderá si no se ha dormido antes…
La sobreutilización de estas y algunas otras palabras en el lenguaje de los políticos de manera general tiene la dudosa virtud de que los hace a todos iguales sin diferencia de color, tiene la desventaja de que tanto repetirse ya no prestamos atención a lo que dicen, aunque a veces alguno se equivoque y diga algo interesante… No importa si se quiere parecer moderno utilizando términos supuestamente actuales, “sostenible”, una palabra tan de moda, se utilizó ya en la firma del Protocolo de Kioto de 1997… No importa si por utilizar estas expresiones a muchos se les crucificó antes… El cambio climático, por ejemplo, del que hace ya algunos años hablaban científicos y ecologistas sirvió para tachar de catastrofistas a muchos de ellos por los mismos a los que se les llena ahora la boca con el deshielo de los glaciares… No, lo que importa, es la propaganda…
De cualquier forma esto no pasaría de meramente chocante, a nadie se le puede censurar por hablar como le de la gana, sino fuera porque en muchas ocasiones detrás de ese lenguaje rimbombante y pretendidamente culto no existe nada… Tras el anuncio no hay ningún producto, o, por lo menos, ninguno a la altura del discurso…
Y es que existen políticos a los que hay que reconocerle su capacidad oratoria, pero que, sin embargo, detrás de sus palabras solo existe el desierto, un agujero negro …… Más pendientes de la forma que del fondo, articulan discursos vacíos de contenido, sin propuestas, pero llenos de palabras que ellos consideran importantes y llamativas para convencer… Lamentablemente tenemos que confirmar que el fenómeno se extiende como una marea negra…
La política hoy más que nunca es una foto, una operación de marketing… Detrás de cada político hay un asesor de imagen y otro de prensa con una cámara colgada al hombro dos metros más allá… Después del anuncio el político desaparece en la nada para volver días más tarde con otro lema publicitario… Ya no existen programas políticos sino catálogo de productos…
Que tenga usted un buen día.
1 comentario:
Que tenga Ustéd un buén día aunque sea político...es la coletilla que le falta a éste texto perfecto en contenido para mí como no podía ser de otra forma Antonio...Besos.
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