Los silencios rotos
Hola, ¿qué tal está? No sé si usted está al tanto de la polémica suscitada por el nuevo pavimento de la calle Galdamez… Bien es verdad que ha surgido en principio restringida al marco de un semanario socialista y entre solo dos personas… Pero el hecho de que sean dos opiniones que merecen ser tenidas en cuenta y de que en la controversia hayan aparecido acusaciones llamativas, ha merecido mi atención…
Déjeme que le resuma… El director de las Jornadas de Historia, Sr. Arroyo, haciendo uso de su conocimiento y de su libertad para opinar mantiene que en las obras de la calle Galdamez no se están utilizando los materiales adecuados para un barrio histórico y tan singular como el de La Villa. Le contesta el mismísimo alcalde, defendiendo, lógicamente, que para eso es el primer responsable, tanto el pavimento como el diseño de la reforma, …
No voy a entrar yo en lo que parece el núcleo de la discusión… Ya sabe usted mi opinión, tantas veces expresada públicamente, sobre el resultado de la gestión urbanística no sólo en Ayamonte, sino en toda la costa, por parte de alcaldes y técnicos que creyéndose, seamos misericordiosos, modernos, han destrozado el perfil de nuestros pueblos y de sus más ricos paisajes… No, lo que ha llamado mi atención ha sido cuando el alcalde le reprocha al Sr. Arroyo que proteste ahora cuando en el pasado, en el que se cometieron tantas tropelías, permaneció callado…
Independientemente de que cada uno es dueño de sus opiniones y de sus silencios, bien es verdad, que estos han sido y son utilizados para respaldar las decisiones más disparatadas… Quien calla otorga, dicen los jefes y se lanzan a sus despropósitos… Es verdad, que hay y hubo silencios estremecedores, algunos muy dolorosos, de personas que por interés personal, miedo o desidia deciden mirar para otro lado dando con su omisión validez al destrozo…
Por eso, es ensordecedor que en la respuesta del alcalde omita que uno de los silencios más clamorosos ha sido el de su propio partido, porque en aquellos tiempos tampoco nunca ni él ni ningún cargo local, provincial o autonómico levantó la voz para oponerse, tal como el mismo reprocha al Sr. Arroyo…
En fin, bienvenidas las polémicas si arrojan algo de luz sobre la historia… Y yo ya me callo…
Déjeme que le resuma… El director de las Jornadas de Historia, Sr. Arroyo, haciendo uso de su conocimiento y de su libertad para opinar mantiene que en las obras de la calle Galdamez no se están utilizando los materiales adecuados para un barrio histórico y tan singular como el de La Villa. Le contesta el mismísimo alcalde, defendiendo, lógicamente, que para eso es el primer responsable, tanto el pavimento como el diseño de la reforma, …
No voy a entrar yo en lo que parece el núcleo de la discusión… Ya sabe usted mi opinión, tantas veces expresada públicamente, sobre el resultado de la gestión urbanística no sólo en Ayamonte, sino en toda la costa, por parte de alcaldes y técnicos que creyéndose, seamos misericordiosos, modernos, han destrozado el perfil de nuestros pueblos y de sus más ricos paisajes… No, lo que ha llamado mi atención ha sido cuando el alcalde le reprocha al Sr. Arroyo que proteste ahora cuando en el pasado, en el que se cometieron tantas tropelías, permaneció callado…
Independientemente de que cada uno es dueño de sus opiniones y de sus silencios, bien es verdad, que estos han sido y son utilizados para respaldar las decisiones más disparatadas… Quien calla otorga, dicen los jefes y se lanzan a sus despropósitos… Es verdad, que hay y hubo silencios estremecedores, algunos muy dolorosos, de personas que por interés personal, miedo o desidia deciden mirar para otro lado dando con su omisión validez al destrozo…
Por eso, es ensordecedor que en la respuesta del alcalde omita que uno de los silencios más clamorosos ha sido el de su propio partido, porque en aquellos tiempos tampoco nunca ni él ni ningún cargo local, provincial o autonómico levantó la voz para oponerse, tal como el mismo reprocha al Sr. Arroyo…
En fin, bienvenidas las polémicas si arrojan algo de luz sobre la historia… Y yo ya me callo…
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