LAS NUBES
Me embelesé con las nubes, como si fueran calmos
diálogos de un pensamiento abierto. En el vacío de todo
eran caras deslumbrantes del universo,
En silencio las veía deslizarse en un gozo oscuro
y luminoso, tan suave para la dilatada vista.
¡Qué clamor, qué clamores, más en silencio,
en la blancura unánime! Un soplo de deseo
que reposa en el centro del movimiento, que modela
las formas amorosas, los caballos, los barcos
con las cabezas y las proas en la luz que es toda sueño.
Recogido en mí, miro las nubes en su suave dinamismo.
Soy más que un cuerpo, soy un cuerpo que se eleva
al espacio interior, a la luz ilimitada.
No disfruto de ver en un sueño transparente
navego en espacio abierto, la mirada y el sueño.
Me embelesé con las nubes, como si fueran calmos
diálogos de un pensamiento abierto. En el vacío de todo
eran caras deslumbrantes del universo,
En silencio las veía deslizarse en un gozo oscuro
y luminoso, tan suave para la dilatada vista.
¡Qué clamor, qué clamores, más en silencio,
en la blancura unánime! Un soplo de deseo
que reposa en el centro del movimiento, que modela
las formas amorosas, los caballos, los barcos
con las cabezas y las proas en la luz que es toda sueño.
Recogido en mí, miro las nubes en su suave dinamismo.
Soy más que un cuerpo, soy un cuerpo que se eleva
al espacio interior, a la luz ilimitada.
No disfruto de ver en un sueño transparente
navego en espacio abierto, la mirada y el sueño.
Foto: Antonia María Sánchez Barba
Poema: Antonio Ramos Rosa. Ensayista, poeta. Nació en 1924 en Faro. Algarve.
Traducción: Antonia María Sánchez Barba
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