Hola, ¿qué tal está? A veces, oyendo la radio, leyendo el periódico o practicando el deporte de alto riesgo de ver la televisión, uno entiende mejor el mundo no por lo que dicen los medios, sino, precisamente, por lo que no nos cuentan, por lo que se callan…
Tengo dos ejemplos que pueden ilustrar lo que digo… El primero sucede el viernes 23 de abril, día del libro… Esa tarde oigo en los informativos de la radio los archisabidos enfrentamientos entre políticos; las, para mí, indiferentes, disputas entre los grandes del fútbol español y las sangrantes evidencias de la corrupción,… Es decir el pan nuestro de cada día,… Sin embargo, nada sobre las actividades de esta jornada en la que se supone debemos animarnos a la apasionante aventura de la lectura…
Para intentar animarme de mi primera sorpresa me digo que es normal la falta de noticias sobre las letras en un país donde la lectura es una actividad para raritos y los libros artefactos incomprendidos por la mayoría…
La segunda ocasión en la que los silencios de los medios despiertan mi extrañeza sucede el 1 de mayo, el día del trabajo… Los sábados por la mañana temprano me encanta dedicarlos a la lectura sosegada del periódico, así que escudriño atentamente el papel mientras aumenta mi desconcierto al no encontrar prácticamente una línea dedicada a los trabajadores, sindicatos ni nada parecido… Intento de nuevo sobreponerme a la extrañeza, al fin y al cabo es una preciosa mañana de sábado, diciéndome que en el país de los casi 5 millones de parados el trabajo ha dejado de convertirse en un derecho para pasar a ser un privilegio, y parece existir un pudor generalizado a hablar de prebendas…
Así que efectivamente da la sensación, como decía el gran Miles Davis, que el silencio es el ruido más fuerte, quizás el más fuerte de los ruidos…
Claro que si es por citas, podríamos recordar aquel viejo proverbio indio que dice que cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio… Esta es una sentencia que bien podrían ponerse en las cabeceras algunos incontinentes verbales, como nuestro alcalde de Ayamonte que con sus declaraciones tras la firma de la RPT con los sindicatos ha creado un conflicto donde lo que había era un acuerdo…
Y nada más, yo ya me callo…
Tengo dos ejemplos que pueden ilustrar lo que digo… El primero sucede el viernes 23 de abril, día del libro… Esa tarde oigo en los informativos de la radio los archisabidos enfrentamientos entre políticos; las, para mí, indiferentes, disputas entre los grandes del fútbol español y las sangrantes evidencias de la corrupción,… Es decir el pan nuestro de cada día,… Sin embargo, nada sobre las actividades de esta jornada en la que se supone debemos animarnos a la apasionante aventura de la lectura…
Para intentar animarme de mi primera sorpresa me digo que es normal la falta de noticias sobre las letras en un país donde la lectura es una actividad para raritos y los libros artefactos incomprendidos por la mayoría…
La segunda ocasión en la que los silencios de los medios despiertan mi extrañeza sucede el 1 de mayo, el día del trabajo… Los sábados por la mañana temprano me encanta dedicarlos a la lectura sosegada del periódico, así que escudriño atentamente el papel mientras aumenta mi desconcierto al no encontrar prácticamente una línea dedicada a los trabajadores, sindicatos ni nada parecido… Intento de nuevo sobreponerme a la extrañeza, al fin y al cabo es una preciosa mañana de sábado, diciéndome que en el país de los casi 5 millones de parados el trabajo ha dejado de convertirse en un derecho para pasar a ser un privilegio, y parece existir un pudor generalizado a hablar de prebendas…
Así que efectivamente da la sensación, como decía el gran Miles Davis, que el silencio es el ruido más fuerte, quizás el más fuerte de los ruidos…
Claro que si es por citas, podríamos recordar aquel viejo proverbio indio que dice que cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio… Esta es una sentencia que bien podrían ponerse en las cabeceras algunos incontinentes verbales, como nuestro alcalde de Ayamonte que con sus declaraciones tras la firma de la RPT con los sindicatos ha creado un conflicto donde lo que había era un acuerdo…
Y nada más, yo ya me callo…
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