Hola, ¿qué tal está? Hoy vamos a comenzar con un juego… Yo le digo el nombre de una ciudad y durante 5 segundos usted piensa palabras que puedan estar relacionadas con ella… ¿Preparado?... Dubai…
Apostaría algo a que entre petróleo, jeques y dólares, se le han colado estafa, engaño y timo,…Probablemente hace menos de un mes no sucedería así, yo le confieso que no me hubiera resultado fácil situarla exactamente en el mapa…
La culpa de este conocimiento y nueva perspectiva, seguramente falsa, de una ciudad desconocida la tiene un empresario onubense, que quería llevarse a miles de trabajadores a esa ciudad de Oriente para hacerles ricos de la noche a la mañana… 600 euros al día, una semana de vacaciones pagadas cada dos meses… Mismamente, ya que estamos, como un cuento de las mil y una noches…
Hoy que les hablo, el presunto empresario, aunque en libertad después de varios días en comisaría, está acusado de varios delitos de estafa y de atentar contra los derechos de los trabajadores… Ya hemos pasado página y el asunto casi no se comenta, pero podríamos hacernos algunas preguntas de las que hoy tenemos las respuestas, solo por constatar que la desesperación, la picaresca o el oportunismo continúan siendo el motor de la condición humana…
El sueño, que encandilo a miles de parados y del que despertaron al poco, frustrados y con la evidencia, una vez más, de que les habían vuelto a tomar el pelo, sonaba raro desde el principio… Trabajadores de cuerpo 10: más de 1,75 de estatura y menos de 90 kilos de peso, que mas que a poner ladrillos parecía que iban a pasar modelos, preguntas estúpidas en los test… Un disparate al que respondieron cientos de personas porque la desesperación mantiene la fe y el halito de la ilusión en los que nada o muy poco tienen… Agarrarse a un clavo ardiendo es la máxima de la desesperanza…
Pero al que también dieron cancha periodistas y medios de prestigio, quizás porque en estas negras semanas de malas noticias, todos estemos ávidos por dar un buen titular…
En este actual panorama es fácil que crezcan como la mala yerba mentirosos, estafadores, curanderos, mercachifles, hechiceros, santeros, timadores, tramposos y truhanes que quieren hacer caja con el dolor y la desesperación ajena…
Es un tiempo difícil y estrecho, hay que estar atentos pero no por eso vamos a perder la confianza en el espíritu humano… Fíjese que esta vez hemos aprendido geografía…
Apostaría algo a que entre petróleo, jeques y dólares, se le han colado estafa, engaño y timo,…Probablemente hace menos de un mes no sucedería así, yo le confieso que no me hubiera resultado fácil situarla exactamente en el mapa…
La culpa de este conocimiento y nueva perspectiva, seguramente falsa, de una ciudad desconocida la tiene un empresario onubense, que quería llevarse a miles de trabajadores a esa ciudad de Oriente para hacerles ricos de la noche a la mañana… 600 euros al día, una semana de vacaciones pagadas cada dos meses… Mismamente, ya que estamos, como un cuento de las mil y una noches…
Hoy que les hablo, el presunto empresario, aunque en libertad después de varios días en comisaría, está acusado de varios delitos de estafa y de atentar contra los derechos de los trabajadores… Ya hemos pasado página y el asunto casi no se comenta, pero podríamos hacernos algunas preguntas de las que hoy tenemos las respuestas, solo por constatar que la desesperación, la picaresca o el oportunismo continúan siendo el motor de la condición humana…
El sueño, que encandilo a miles de parados y del que despertaron al poco, frustrados y con la evidencia, una vez más, de que les habían vuelto a tomar el pelo, sonaba raro desde el principio… Trabajadores de cuerpo 10: más de 1,75 de estatura y menos de 90 kilos de peso, que mas que a poner ladrillos parecía que iban a pasar modelos, preguntas estúpidas en los test… Un disparate al que respondieron cientos de personas porque la desesperación mantiene la fe y el halito de la ilusión en los que nada o muy poco tienen… Agarrarse a un clavo ardiendo es la máxima de la desesperanza…
Pero al que también dieron cancha periodistas y medios de prestigio, quizás porque en estas negras semanas de malas noticias, todos estemos ávidos por dar un buen titular…
En este actual panorama es fácil que crezcan como la mala yerba mentirosos, estafadores, curanderos, mercachifles, hechiceros, santeros, timadores, tramposos y truhanes que quieren hacer caja con el dolor y la desesperación ajena…
Es un tiempo difícil y estrecho, hay que estar atentos pero no por eso vamos a perder la confianza en el espíritu humano… Fíjese que esta vez hemos aprendido geografía…
1 comentario:
semejante sinvergüenza
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