jueves

LA ESQUINA. SER COSTA DE LA LUZ. 23.07.09

MONSTRUOS
¡Hola! ¿Qué tal están? Les imagino inquietos y muy preocupados al oir la noticia de la violación de una chica deficiente por un grupo de menores. Hace muy pocas semanas ya tuvimos un sobresalto cuando en la piscina municipal de un pueblo de Jaén sucedió algo similar. Pero ahora nos asusta mucho más porque es en nuestra propia casa y sucede con niños a los que conocemos.
¿Qué está pasando con nuestros adolescentes? ¿En qué clase de monstruos se están convirtiendo nuestros hijos? ¿Por qué y en qué momento un inocente niño se transforma en un retorcido delincuente?
Esperando que se trate de dos episodios aislados y que el hecho de que sucedan en el sur sea puramente circunstancial, lo que sin duda son es la punta del iceberg de una situación social y educativa complicada, cuyas otras manifestaciones podrían ser el clima de tensión de algunos institutos, las borracheras incontroladas de los fines de semana, la falta de respeto por el mobiliario y el espacio público,… Estos y otros muchos indicadores de un comportamiento adolescente problemático, violento, asocial, irrespetuoso y autodestructivo, del que probablemente seamos todos culpables y que tiene muchas y complicadas razones que lo explican.
Hace muy poco tiempo, cuando el espejismo del ladrillo, los maestros nos quedábamos roncos insistiéndoles a los niños que terminaran su escolaridad y consiguieran algún título antes de lanzarse al mundo del trabajo sin cualificación profesional. La falta de formación básica los convertían, quitando a los inmigrantes, en el estrato más bajo y desfavorecido de la pirámide laboral. Pero el sueño de una moto y dinero en el bolsillo para los desfases de los fines de semana eran molinos muy poderosos contra los que podíamos luchar. Todo esto se hacía, por otro lado, con el apoyo o la indiferencia de las familias y de la comunidad en general… Ya lo he contado muchas veces, y ustedes la conocen,… Aquella historia de un alcalde que llegaba a los colegios y decía: “Mirad yo no he estudiado y fijaros adonde he llegado:..”
Pues ya véis adonde hemos llegado… Pero no se trata solo de educación escolar, también los padres, por unas u otras razones: ocupación, desorientación, hemos desistido de la obligación de educar a nuestros hijos y los hemos puesto en manos de la televisión, los videojuegos o sus amigos. Unos amigos tan desorientados como ellos, unos videojuegos donde se alientan la violencia y la velocidad como signos de poder y una televisión donde los más molones y famosos son descerebrados horteras cuya máxima distinción es poner a parir a los otros.
Es probable que no todos seamos así, pero la situación general es de que hemos estado demasiado ocupados trabajando y ganando dinero como para prestarle tiempo a nuestros hijos… Es más que probable que un espacio público deshumanizado, donde se alientan la ganancia fácil de dinero, la ostentación, el ruido, la velocidad, la violencia, la chabacanería como máximas aspiraciones estén engendrando chavales sin escrúpulos.
Será así o de otra manera, pero sin duda es un problema de todos y en su raiz está la falta de valores a que nos está conduciendo una sociedad deshumanizada en la que la educación no está entre sus principales intereses.

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