jueves

LA ESQUINA. SER COSTA DE LA LUZ. 16.07.09

SALUD Y VERANO

¡Hola! ¿Qué tal están? Estoy seguro que ustedes conocen aquella fórmula epistolar de cuando no había sms ni Internet que decía: “Espero que estés bien de salud, nosotros bien gracias a Dios”… Pues eso no solo se lo deseo para siempre, sino especialmente para estos días, porque si me permiten el juego de palabras no hay tiempo bueno para estar malo, pero el verano sin duda es el peor de todos, y el lugar no me lo discutirán la costa.
Con nuestros médicos de referencia de vacaciones, sin los suficientes medios personales para atender a una población que en vacaciones se triplica, acudir a un hospital o a un centro de salud puede convertirse en una antesala del purgatorio.
Dice el ex ministro de Sanidad Bernat Soria que en España faltan 7.000 médicos, que lo diga un ex ministro es garantía de fiabilidad, claro que también le podíamos preguntar que hizo el para solucionar el asunto cuando era el que mandaba en la Sanidad… En fin, el dato es inquietante y sorprendente… Y lo es, porque este país exporta médicos y enfermeras al extranjero. Inglaterra y Portugal, por ejemplo, están llenos de excelentes profesionales sanitarios españoles a los que se tiene en alta estima…
¿Por qué se van, entonces, los médicos a otros países si aquí se les necesita? Podría ser para investigar o enriquecer su currículo, sin duda, pero creo que las razones son más prosaicas y fundamentales: están mejor pagados y mejor reconocidos socialmente. Es así de fácil y así de preocupante. No solo no cuidamos a nuestros profesionales, sino que demasiadas veces le faltamos al respeto.
Dicho esto, reconozcamos, sobre todo si hemos tenido la mala suerte de ponernos enfermos en un país extraño, que tenemos uno de los sistemas sanitarios más sólidos de Europa, especialmente por su gratuidad y su universalidad. Sin embargo, es un sistema que adolece de evidentes agujeros negros, y no solo por los dramáticos errores que se cometen, como el de que hemos tenido noticia en los últimos días con la muerte de esta criatura en un hospital madrileño.
Faltan médicos, faltan enfermeros y falta una mejor organización para atender a todos, población autóctona y veraneantes, en épocas de vacaciones. Confiar en los responsables sanitarios quizás sea pedir demasiado cuando el problema se repite verano a verano, por eso hay que exigir que no se juegue con nuestra salud, que en tiempos de altas tecnologías la burocracia no sea un impedimento para tener los historiales actualizados y visibles para todos los profesionales que sea necesario visitar.
Y como prevenir es curar, exigir información veraz y campañas sanitarias de prevención que lleguen a todos es un paso en el buen camino de una comunidad saludable y tranquila porque conoce los peligros y sabe como evitarlos.
Por eso, cuídense, vivan saludablemente y si no hay más remedio que visitar al médico este verano fortalezcan su paciencia, viene bien también para la salud mental.

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