Hola, ¿qué tal está?... “Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto” es, aparte de una película española de cierto éxito, una frase dura, una idea inquietante… Evidentemente, a los vivos lo que más nos importa es ser felices aquí y ahora, pero el deseo de trascendencia no nos es ajeno…
A todos nos gustaría, después de haber estado bien vivos, dejar alguna constancia de nuestro paso por el mundo… Legar el recuerdo de que alguna vez la tierra se hoyó con nuestros pasos, de que amamos y fuimos amados, de que algún gesto nuestro ha hecho este mundo tal como lo conocemos o lo percibirán las generaciones venideras…
Para eso confiamos en que, al menos, nuestros familiares y amigos conserven la memoria de lo que fuimos… No hay ocupación más digna que la de honrar la memoria de los muertos… Aspecto que, hace cientos de miles de años, comenzó a diferenciar a los humanos de los otros grupos de simios…
Si para mí hay un lugar sagrado es aquel en el que descansan unos restos o están esparcidas las cenizas de un difunto…No sé si le parecerá extraño que suela visitar los cementerios que me encuentro en las ciudades a las que viajo… No solo es la paz y la tranquilidad que te atan de una manera sobrecogedora a la tierra, son los nombres y las sentencias de las lápidas, las fotos marchitas o la decadente belleza de los panteones…
Por eso me es lastimoso pensar en estos días que honramos a los que desaparecieron para siempre que en muchos lugares miles de familias no pueden hacerlo porque la guerra les hurtó la posibilidad de reconocer el lugar donde fueron sepultados los suyos…
Aquí en España, la Ley de la Memoria Histórica intenta paliar de alguna forma este extremo, no solo en lo que al descubrimiento y recuperación de los restos se refiere, quizás el asunto más delicado, sino también en el rescate y conocimiento público de documentos que puedan dar fe de la actividad y la vida de las personas cuya memoria fue sepultada de manera ignominiosa…
En Ayamonte se firmó a comienzos de la legislatura un acuerdo entre IU y el PSOE para llevar a cabo algunas actividades en este sentido… Muy poco se ha hecho y la mayor parte de los puntos convenidos siguen enterrados y sin cumplir…
Quizás hoy, dadas las fechas, merezca la pena recordar también que es este otro de los grandes olvidos del equipo de gobierno…
A todos nos gustaría, después de haber estado bien vivos, dejar alguna constancia de nuestro paso por el mundo… Legar el recuerdo de que alguna vez la tierra se hoyó con nuestros pasos, de que amamos y fuimos amados, de que algún gesto nuestro ha hecho este mundo tal como lo conocemos o lo percibirán las generaciones venideras…
Para eso confiamos en que, al menos, nuestros familiares y amigos conserven la memoria de lo que fuimos… No hay ocupación más digna que la de honrar la memoria de los muertos… Aspecto que, hace cientos de miles de años, comenzó a diferenciar a los humanos de los otros grupos de simios…
Si para mí hay un lugar sagrado es aquel en el que descansan unos restos o están esparcidas las cenizas de un difunto…No sé si le parecerá extraño que suela visitar los cementerios que me encuentro en las ciudades a las que viajo… No solo es la paz y la tranquilidad que te atan de una manera sobrecogedora a la tierra, son los nombres y las sentencias de las lápidas, las fotos marchitas o la decadente belleza de los panteones…
Por eso me es lastimoso pensar en estos días que honramos a los que desaparecieron para siempre que en muchos lugares miles de familias no pueden hacerlo porque la guerra les hurtó la posibilidad de reconocer el lugar donde fueron sepultados los suyos…
Aquí en España, la Ley de la Memoria Histórica intenta paliar de alguna forma este extremo, no solo en lo que al descubrimiento y recuperación de los restos se refiere, quizás el asunto más delicado, sino también en el rescate y conocimiento público de documentos que puedan dar fe de la actividad y la vida de las personas cuya memoria fue sepultada de manera ignominiosa…
En Ayamonte se firmó a comienzos de la legislatura un acuerdo entre IU y el PSOE para llevar a cabo algunas actividades en este sentido… Muy poco se ha hecho y la mayor parte de los puntos convenidos siguen enterrados y sin cumplir…
Quizás hoy, dadas las fechas, merezca la pena recordar también que es este otro de los grandes olvidos del equipo de gobierno…
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