Hola, ¿qué tal está?... Adivine en cinco segundos cuál de los dos acontecimientos que van a celebrarse en los próximos días despierta más interés entre la mayoría de la gente… Bien, lo más seguro es que sea ese que usted ha pensado, pero no adelantemos acontecimientos… Valgámonos de la coincidencia del partido del año Madrid-Barça y las elecciones catalanas para reflexionar sobre las estrechas relaciones existentes entre el fútbol y la política…
Aunque por esta vez la celebración de unas elecciones se ha impuesto al episodio deportivo, a tenor de la polémica montada, me temo que será la última… Polémica artificial y estéril, porque a mi parecer podrían ambos convivir en el mismo día sin problemas…
De cualquier forma, el cambio de fechas del partido y su arrinconamiento en la noche de los lunes es una primera pista para demostrar la utilización de los acontecimientos deportivos de masas por parte de los políticos… Utilización que en el caso del fútbol ha venido siendo regla general desde los años del franquismo…
Recordemos que Franco utilizó los éxitos de la selección y su furia española, un concepto típicamente patriótico, para limpiar su imagen en el exterior y para la tranquilidad interior, teniendo a la gente ocupada en este tipo de discusiones se evitaba la contestación por la mísera situación política y económica que se vivía… “Pan y fútbol” era uno de los eslóganes del régimen…
En tiempos más recientes otros afamados personajes han utilizado el trampolín de la presidencia de los clubes deportivos para hacerse un hueco en el panorama político… Sin ir más lejos, Joan Laporta, desconocido antes de ser presidente del Barcelona, opta ahora a la presidencia en estas elecciones catalanas, o Jesús Gil que utilizó al Atlético de Madrid para ser alcalde de Marbella, y al que, después de todo lo que montó, solo se le pudo entrullar precisamente por un asunto de camisetas o, ya fuera del país, Silvio Berlusconi, primero jefe del Milán, más tarde amante de velinas…
El asunto va más allá del traspaso de personajes a uno y otro lado, y requeriría desde luego una más profunda atención, pero nombremos algunos ejemplos para no perderlos de vista… Por ejemplo, las siempre polémicas y oscuras recalificaciones de estadios de fútbol de las que aquí en Ayamonte tenemos un recordado modelo con el caso de nuestro antiguo estadio… O las ayudas concedidas a los clubes tanto por parte de las cajas de ahorros, con clara influencia política, y de las entidades privadas… ¿Recuerdan la que se montó en el último pleno por una subvención al Ayamonte C.F.?... O la generosidad de Hacienda con las deudas de los clubes…
En fin, aprovechando la ocasión sería oportuno exigirle a los políticos que nos dejaran disfrutar tranquilamente del deporte y a los dirigentes deportivos que dejen de utilizar la popularidad del fútbol para que cumplan, como todos los demás, con sus deberes cívicos y democráticos…
Que tenga usted un buen día… y que gane el mejor…
Aunque por esta vez la celebración de unas elecciones se ha impuesto al episodio deportivo, a tenor de la polémica montada, me temo que será la última… Polémica artificial y estéril, porque a mi parecer podrían ambos convivir en el mismo día sin problemas…
De cualquier forma, el cambio de fechas del partido y su arrinconamiento en la noche de los lunes es una primera pista para demostrar la utilización de los acontecimientos deportivos de masas por parte de los políticos… Utilización que en el caso del fútbol ha venido siendo regla general desde los años del franquismo…
Recordemos que Franco utilizó los éxitos de la selección y su furia española, un concepto típicamente patriótico, para limpiar su imagen en el exterior y para la tranquilidad interior, teniendo a la gente ocupada en este tipo de discusiones se evitaba la contestación por la mísera situación política y económica que se vivía… “Pan y fútbol” era uno de los eslóganes del régimen…
En tiempos más recientes otros afamados personajes han utilizado el trampolín de la presidencia de los clubes deportivos para hacerse un hueco en el panorama político… Sin ir más lejos, Joan Laporta, desconocido antes de ser presidente del Barcelona, opta ahora a la presidencia en estas elecciones catalanas, o Jesús Gil que utilizó al Atlético de Madrid para ser alcalde de Marbella, y al que, después de todo lo que montó, solo se le pudo entrullar precisamente por un asunto de camisetas o, ya fuera del país, Silvio Berlusconi, primero jefe del Milán, más tarde amante de velinas…
El asunto va más allá del traspaso de personajes a uno y otro lado, y requeriría desde luego una más profunda atención, pero nombremos algunos ejemplos para no perderlos de vista… Por ejemplo, las siempre polémicas y oscuras recalificaciones de estadios de fútbol de las que aquí en Ayamonte tenemos un recordado modelo con el caso de nuestro antiguo estadio… O las ayudas concedidas a los clubes tanto por parte de las cajas de ahorros, con clara influencia política, y de las entidades privadas… ¿Recuerdan la que se montó en el último pleno por una subvención al Ayamonte C.F.?... O la generosidad de Hacienda con las deudas de los clubes…
En fin, aprovechando la ocasión sería oportuno exigirle a los políticos que nos dejaran disfrutar tranquilamente del deporte y a los dirigentes deportivos que dejen de utilizar la popularidad del fútbol para que cumplan, como todos los demás, con sus deberes cívicos y democráticos…
Que tenga usted un buen día… y que gane el mejor…
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