jueves

LA ESQUINA. SER COSTA DE LA LUZ. 11.11.10

El papa

Hola, ¿qué tal está?... Estará usted de acuerdo conmigo que a estas alturas y visto lo visto es difícil sorprenderse de algo… Lo que no es obstáculo, por otra parte, para tener bien engrasada nuestra capacidad crítica ante las cosas que nos ocurren… Disposición ante el mundo que bien entendida y sin ánimo ofensivo ha ayudado a mantener viva la llama del progreso…
Entendido esto, me permitirá que examine lo que a mí me parecen algunos aspectos chocantes de la última y polémica visita del Papa… Vaya por delante que como ciudadano tiene todo el derecho a visitar este país y como jefe de estado, aunque lo sea de uno minúsculo y medieval, la diplomacia obliga a atenderle como tal… Otro asunto es que viniendo de visita con los gastos pagados por todos, seamos católicos o no, se haya desmarcado con algunas declaraciones que atacan normas fundamentales de la convivencia en este país…
Mal que le pese a Benedicto XVI España es un país aconfesional, circunstancia que recoge nuestra Constitución… Si no le gusta es su problema… Igualmente censurable desde el punto de vista diplomático sería que un presidente español acogido en El Vaticano reprendiese a la Iglesia por su actitud en contra de la ampliación de derechos ciudadanos como el aborto o el matrimonio homosexual, o su postura antidiluviana con respecto al lugar que la mujer debe ocupar en la sociedad moderna…
Pero como no ofende quien quiere sino quien puede, basta con tener presente que si la sociedad española de hoy, para bien y para mal, no tiene nada que ver con la de principios del siglo pasado, en cambio la jerarquía católica todavía no se ha sacudido el apoyo incondicional que durante 40 años prestó a la dictadura franquista…
Siendo todo esto cierto, sin embargo a mí me parecen más asombrosos y reprochables los gestos del gobierno socialista ante la visita papal… Empezando por regalarle la definitiva retirada de la Ley de Libertad Religiosa, una de sus promesas electorales, y continuando por el ominoso silencio del partido ante aquellas declaraciones papales que nos acusaban de anticlericales rabiosos…
Es seguro que este silencio se debe al conocido pragmatismo socialista que quiere no ofender a los católicos de este país a quienes consideran mayoría y un potencial granero de votos… Pero teniendo en cuenta que hoy día los matrimonios civiles superan a los eclesiásticos, quizás con su interesada discreción sí que este ofendiendo a la mayor parte de españoles…
Finalmente, sabiendo, por sus propias declaraciones, que este gobierno ha sido el que mejor ha tratado a la Iglesia Católica desde el punto de vista fiscal y económico, y viendo al Papa con pamela y zapatos rojos entendamos que todo forma parte del mismo espectáculo…
Resulta que creer en la religión al igual que en el gobierno es un acto de pura fe…
Que tenga usted un día divino…

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