Es inevitable que hoy sea uno de esos días en los que intentemos recordar dónde estábamos hace 30 años... Es sano no olvidar, no solo uno aprende de sus errores sino que afloran sentimientos, sensaciones, caras, momentos que te hacen sentir parte de la historia de tu pueblo... Aunque sea una historia casposa, casi tragicómica que pudo haber tenido un fatal desenlace, con un guardia civil de bigote y tricornio como uno de sus protagonistas...
Como yo ya era un joven casi formado y de carrera terminada recuerdo bien aquel día...
En Ayamonte se celebraba el concurso de agrupaciones de Carnaval en el Cardenio, y la gente como yo pasábamos las tardes ociosas en la cafetería Tabaco y al anochecer frecuentábamos los alrededores del teatro esperando el momento para colarnos de alguna forma...
Sin móviles ni ordenadores ni redes sociales, la radio y las cadenas públicas de televisión eran nuestro contacto con el exterior... Las noticias se rumiaban más lentamente y el mundo era menos global y acelerado... Recuerdo que alguien llegó a la cafetería y contó como viniendo de Huelva en "la dama" había oido en la radio que unos guardias civiles habían entrado en el Congreso y secuestrado a los diputados... La noticia solo levantó una cierta curiosidad, así que sin alterar nuestro plan para ese día, nos acercamos al chiringuito que había a las puertas del teatro...
Todo seguía igual, las comparsas no pararon, intentamos racanear alguna cerveza y colarnos de rondón en el espectáculo... Sí, era un nuevo tema de conversación entre la gente que como todas las noches rondaba el lugar, pero sin nervios, ni alarmas...
Sólo ya entrada la noche algunos amigos nos quedamos juntos oyendo la radio... Nadie entre nosotros planteó saltar la frontera o irse a la calle a montar alguna manifestación de apoyo a la incipiente democracia...
A la mañana siguiente cuando nos enteramos del fin del golpe corrimos a la taberna del Chochito para ver las primeras imágenes de la televisión...
Eso es lo que pasó, o al menos así recuerdo que lo viví con los amigos con los que me movía entonces, todos con inquietudes políticas y con muchas ganas de hacer cosas...
Ahora al leer en el facebook o algunos blogs la memoria de otros me sorprende lo que dice que hicieron... Algunos a los que conozco, y que conocía entonces, se atreven a contar que eran peligrosos izquierdistas con la maleta preparada para ir a Portugal... Nadie hizo nada de eso en mi pueblo...
Resulta casi enternecedor que algunos intenten colgarse medallas cambiando un poco la historia de sus vidas, sin hacer daño a nadie, pero mintiendo al fin y al cabo...
En fin, es como en el Mayo del 68, parece que todos estuvieron allí...
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