miércoles

LA ESQUINA. SER COSTA DE LA LUZ. 10.02.11

La furgoneta blanca.

Hola, ¿qué tal está?... En un mundo que depende tan férreamente de la imagen, inevitablemente al final nuestra vida se resumirá en tres o cuatro fotos… Por muchos años que vivamos, por muy rica que haya sido nuestra existencia, los demás recordarán de nosotros ese escaso puñado de imágenes a partir de las cuales reconstruirán nuestro paso por el mundo… Ahí están el Ché Guevara, político, revolucionario y poeta al que recordamos como un hombre con boina y barba que mira al infinito, o a Einstein, premio Nobel y violinista consumado al que rápidamente relacionamos con un viejo de pelo blanco que saca la lengua al fotógrafo…
Puede que sea arbitrario e incluso injusto, pero es lo que hay, así que si no queremos ser pillados para la eternidad con el dedo en la nariz tendremos que gestionar seriamente nuestros actos…
Inevitablemente es lo que parece va a sucederle al actual equipo de gobierno socialista de Ayamonte, sus cuatro años de tortuoso mandato se reducirán a la imagen de una furgoneta blanca cargada de documentos saliendo de las puertas del ayuntamiento…
Puede achacársele a la mala suerte, pero un análisis más en profundidad demostrará que la herencia y el empecinamiento en una mala gestión son los verdaderos causantes de un previsible desastre…
Antonio Rodríguez Castillo recibió una herencia envenenada no solo de su antecesor en el cargo, el ínclito Rafael González, sino del parece que intocable Isaías Pérez Saldaña, años de depredación urbanística con más sombras que luces, de los que no solo no supo distanciarse sino que, además, apoyó y defendió… Un legado que pudo haber aclarado si hubiera cumplido con la exigencia de realizar una auditoría urbanística, propuesta de mayoría plenaria que el PSOE ha ignorado contraviniendo la legalidad vigente…
Para los más optimistas, la justicia, aunque lenta, lenta, acabará condenando a los que se enriquecieron ilícitamente a costa de la destrucción del patrimonio de todos… Para los más pesimistas, la imagen de este pueblo acaba definitivamente hundida en unos momentos en los que se necesita más que nunca la confianza en la honestidad y la fortaleza de los responsables de la gestión del erario público…
Dentro de la furgoneta blanca debieran haber metido también a los ambiciosos y a los cobardes, a los especuladores y a los intrigantes, a los arribistas y a los estafadores,… En fin, a todos aquellos que miraron para otro lado y justificaron las tropelías en nombre del progreso cuando no era más que una coartada para disculpar sus excesos… Pero para eso se hubieran necesitado varios trailers y parece que el juzgado solo tenía en su parque móvil una exigua furgoneta…
¡Que tenga usted un buen día!...

No hay comentarios: